2017/07/07

  • La joven apareció el juernes en Pamplona acompañada todo el rato de su amante virtual, Jon Kortajarena
  • "Madrugar el día del chupinazo para almorzar es de guapas", publicó la instagramer junto a una foto de dos huevos fritos con jamón y txistorra
El personaje La vecina rubia, radiante como una croqueta

Rubijarena, la pareja de moda formada por La vecina rubia y el actor vasco Jon Kortajarena, desembarcó ayer en la capital del Reyno para vivir de primera mano un día en Sanfermines, ya que, según explicó la bloguera en su querido diario, "no encontró ninguno de segunda en Wallapop". "Antes de que sonara el pum ya iba un poco piripi porque me había tomado un par de vinitos... ¡rosados!", relató emocionada sobre la denominación de origen navarra, antes de sumergirse de lleno en la plaza del Ayuntamiento. "Ahora estoy calada de kalimotxo pero al menos he salvado el pelazo", se consoló la tuitera con aire optimista, después de venirse arriba al verse tintada de rosa: "#dontworrybeguapi #livinglavidaguapi".

"Las que no llevamos el cinturón-faja somos la resistencia"

Hasta ese momento, la influencer había cambiado los tacones y la chaquetica amarilla de Zara por unas alpargatas de la Mañueta y un uniforme impecable en blanco y rojo, aunque luego echó en falta la prenda de Inditex porque a la noche refrescó. "Estoy viendo a unos guiris precipitándose de una fuente y bajándose de la vida, hasta luego Maricarmen", tuiteó ya en la calle Navarrería, mientras luchaba por pedir dos chupitos de Jäger en la barra del Ezkia. "Quédate con quien te mire como yo miro al camarero después de media hora esperando y haciéndome pipí", recomendó en Facebook a sus seguidores, en el instante mismo de ser atendida. "Oye guapi, ¿y no aceptáis como vaso reutilizable la taza de Chip del Primark?".

"Hola @RAEinforma! ¿Qué significan 'barracas', 'katxi' y 'villavesa'?"

El álter ego de Barbie no pudo resistirse a ir de compras por los puestos de la Taconera y alucinó al comprobar que Bershka, Oysho o Massimo Dutti copan la céntrica avenida Carlos III de Iruña: "tías, por fin Amancio se ha centrado", anunció incrédula en su chat de amigas, antes de cruzarse con un zaldiko y perseguirle al grito de "¡arre, unicornio!" hasta el Paseo Sarasate. "Jon, cómprame unos boleticooos", rogó entonces al bilbaíno ante la tómbola de Cáritas, que nada pudo hacer por resistirse a los encantos de la donante de sonrisas. "Me estoy haciendo ilusiones y me están quedando preciosas. Quiero que me toque algo con purpurina o sorteos de compras porque coche ya tengo uno. Lo he dejado aparcado esta mañana en la calle Kalea", deseó hiperventilando.

0 comentarios:

Publicar un comentario en la noticia